Cuando escribía los textos de "El AVEcedario inventado" no pensaba en otra cosa más que en divertirme con lo que estaba haciendo. A veces me reía yo sola e imaginaba que los lectores también se reirían cuando leyeran estos cuentos de pájaros.
Pensaba sobre todo en los más pequeños, porque a los niños les gusta reír y divertirse, y si lo hacen leyendo mucho mejor.
En el colegio Cervantes de Cáceres, la biblioteca es grande pero tiene diversos espacios que invitan a reunirse en grupo frente a un libro, o a sentarse y disfrutar individualmente de la lectura, o a escuchar a los que vienen a contar historias.
Los alumnos trabajan con los libros que leen, les dan una y mil vueltas a propuesta de los profesores.
En el caso de nuestro AVEcedario, el colegio adquirió 10 ejemplares que pasaron por los grupos de 2º, 3º y 4º de Primaria.
Los chavales se aprendieron el poema del Pájaro Reciclado que nos recitaron a coro el día que Deli y yo los visitamos. Hasta hicieron un pájaro reciclado como el que se describe en el cuento. Y nos lo regalaron.
También jugaron con la imaginación, tal y como yo hice.
Inventaron pájaros y escribieron un pequeño texto para cada uno.
Después los dibujaron.
Y esto fue lo que más nos gustó, porque la intención de este libro siempre fue que los lectores dieran rienda suelta a su creatividad, que le pusieran alas a la imaginación, que se divirtieran.
"El pájaro borrador.
Con sus alas desplumadas
va volando y borrando."
"Pájaro Lavadora.
Es grande como un coche
y siempre vuela por la noche.
Es de color verde
y si te acercas te muerde."
"El pájaro Ordenador
es cuadrado, es negro,
tiene teclado,
tiene altavoz
y por cola un ratón."
"Pájaro Caja.
Es marrón,
es cuadrado
y es de cartón."
"Pájaro Botella.
Tiene agua, es de cristal
y no puede volar.
Más bien se cae, pesa."
"El pájaro Libro
tiene el pico
amarillito y
es medianito.
Tiene letras en la
parte de atrás."
"Pájaro Vampiro Picudo"
"Pico de Oro"
"Avegato"
Además de cantar y bailar.
Porque entre las coplas de la Coqueta Colilarga, Kokorikó cantando flamenco día y noche y el baile del Ukelele, los chavales se fueron bien contentos.
Y nosotras, ¡más!