“Dicen que, a veces, el alma se queda.
Entrelazada.
Agazapada en el silencio del fondo de un valle.
O escondida en el corazón de los troncos.
Escuchando
el ulular del cárabo en la noche.
O vaga libre por entre los montes,
en pos del viento,
besando las laderas.
No quiere el alma
despegarse de la tierra.
Dicen que, a veces,
se escucha la risa cuando el alma juega.
Y se huele la humedad de la hierba,
y el frescor de los prados
donde el alma sueña.”
(De Pilar López para la exposición en Salamanca del pintor David Rodrigo Rodríguez. Año 2006)
OTOÑO de David Rodrigo
Bonito poema con el que has adornado tu casa en la luna. La has dejado demasiado tiempo sin habitar, y se duele de ello. Quienes la visitamos notamos el vacío.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Isabel